Sonsonate, año 2006. Una quinceañera decide morder el pastel, ante la insistencia de sus compañeros de clase, aún sabiendo que podría tratarse de una broma, ella se acerca al pastel mientras es empujada por sus amigos hacia el pastel. Hoy se usa mucho los de Fondant, y resulta ser un golpe más duro a comparación del turrón, aún así ella sonríe por el detalle tan espontáneo de sus «amigos».
Tradicionalmente pasamos por las mesas a tomar las fotos en una boda, pero en ésta ocasión el tacón se atascó en la grama del jardín de éste hotel, y plumm!, la novia no paraba de reír, y después de la boda cuando le pregunté qué fue lo más fuera de lo común que sucedió en su boda ella me dijo que precisamente fué cuando se cayó, y por eso compartimos la anécdota.
El carruaje no soportó el peso y se fué a detener bruscamente en un árbol. Tres personas eran demasiado peso para éste equino, y con el agravante que era una bajada. Pero el problema no terminó ahí, la llanta de hule quedó justamente debajo de una antorcha decorativa, y en cuestión de segundos comenzó a prender el fuego, si no es por la pronta acción de su cuidador, que se metió debajo del carruaje a quitar la ya encendida antorcha. Por suerte el caballo no se percató, tal vez porque estaba reponiendose de venir deteniendo el peso en toda la bajada.
Un evento con tacones rebeldes, el dj anunció la entrada de la madrina de ramo. La joven a medio camino se tambaleó por no poder manejar los tacones, fue muy curioso la reacción de las madrinas, quienes hacían una valla para la entrada: Np se movieron a ayudarle.
Volcán de San Salvador, El Boquerón. Un novio tuvo una idea muy innovadora para pedir la mano de su novia. Hizo un gigantesco rótulo en el cráter del volcán y desde un mirador, sin la novia saberlo, le dió unos vinoculares para que viera el mensaje de la declaración de amor. Fué un detalle inolvidable que aún nadie ha copiado.
En El Salvador, la industria de los caballos vestidos con carruajes es muy pujante, más para la industria de los eventos, aqui en la foto, tenemos un caballo con sombrero, vestido de rosado, y una quinceañera muy feliz en un carruaje con forma de calabaza.