Ésta foto es histórica, en cuanto a describir el tema de el alcohol y juventud. En la foto aparecen diversas bebidas, entre ellas alcoholicas, como ron, vodka, tequila, cerveza. Pero hay dos elementos muy singulares: una pacha de bebé y un destapador de cervezas en forma de «Pinocho». Los jóvenes llevaron éste singular depósito para poner su trago pero comunicaban una realidad: aún son unos niños. En El Salvador, muchos jóvenes comienzan a probar alcohol desde los 14 años, y cuando ya están en último año de bachillerato, es casi por ley que celebrarán con bebidas alcoholicas.
Pero hay otro elemento muy curioso, un destapador con la figura de Pinocho, y también se vuelve un elemento clave para entender la realidad de los jóvenes: aseguran a sus padres que no tomarán alcohol, pero como es mentira, el destapador de pinocho con la nariz crecida cae como anillo al dedo.
El problema del alcohol en los jóvenes no es nuevo, sin embargo, en la época actual se vuelve como una obligación tomar, incluso quienes no lo hacen viven un verdadero «bulling» por optar por permanecer sobrios en una fiesta.
No hace mucho hablé con una dueña de una destilería, madre soltera de 3 hijos varones en plena adolescencia y me dijo que: «había que enseñarle a los jóvenes a tomar, a no tenerle miedo al trago, para que sepan disfrutarlo con medida», En resumen, si no puedes evitarlos, únete a ellos, pero con medida.
En otra charla, un experto aconsejaba a las alumnas de un colegio que como era «inevitable» que les ofrecieran alcohol en una fiesta, que siempre tomaran con el estómago lleno, tenían que haber comido algo. «El efecto del alcohol en un estómago vacío es mucho más rápido» aseguró.
La reacción ante el «doblado» o el que cae por «bolo» es una inexplicable exigencia de privacidad, nos piden que no tomemos fotos o filmemos si alguien cae, pero no sería mejor evitar llegar hasta éste punto?.
En nuestra experiencia de atender eventos donde hay jóvenes es una: el alcohol gana cada vez más adeptos, ante una sociedad de adultos que observa las «gracias» de los niños, a pesar del riesgo de un accidente de tránsito, intoxicación, o embarazo no deseado.