Sábado 7 de marzo, Luis y Claudia vinieron desde Estados Unidos a celebrar su boda en el país. Han invitado 72 personas desde el extranjero, en su discurso el novio dijo: ¨Gracias por venir a El Salvador, ya ven que es espectacular ¨, todos han aplaudido, la boda ha salido perfecta, realizada en un exclusivo lugar del volcán de San Salvador. Una semana después, Luis y Claudia tenían una invitación a una boda de unos amigos, por lo que en vez de regresar a EUA se quedaron en el país, lo que nadie sabía es que el mundo iba a cambiar una semana después y que la boda para la cual se quedaron iba a ser suspendida.
Viernes 13 de marzo comienza la angustia: las restricciones ya se escuchaban en el ambiente: sólo se permiten reuniones de 200 personas. Acudir a un evento ése día se sentía extraño en los pasillos de los hoteles en El Salvador, tres días antes, el miércoles 11 de marzo el Gobierno había permitido reuniones hasta de 499 personas, rápido los pastores y equipos de fútbol anunciaron que cumplirían con la medida no sobrepasando ése número. Todo cambiaría la mañana del viernes 13, donde el numero bajó a 200. Eso puso en dificultades a decenas de eventos que se estarían realizando al día siguiente.
Quien no tuvo ningún problema fue Gloria, que había invitado a las 3 p.m. del día sábado 14 de marzo a su boda civil, quiso algo sencillo, citó en un salón privado de un restaurante a las 25 personas más esenciales, ella estaba feliz y radiante por casarse con su novio, probablemente sea la única boda que no tuvo ningún problema, no fue la misma historia para otras 4 bodas que se realizarían por la noche.
Sabado 14 de marzo, con la prohibición de eventos de más de 75 personas, dictado a medio día de ése día comenzaron los problemas para muchos eventos que estaban planificados ése dia. El primer caso era una boda de 300 personas a realizarse en un hotel capitalino, a la que a medio día le dijeron a todos los invitados que se había cancelado la recepción. Luis, que se había quedado en el país para asistir a dicha boda, comentó asombrado cómo el mismo día la cancelaron. ¨Nos llamaron el mismo día diciéndonos que la boda no se realizaría¨, La ceremonia religiosa siempre se realizó , pero con pocos invitados, siguiendo la línea dictada por el gobierno. En el mismo hotel había otra boda, que sí se realizó, qué criterio usaron para cancelar una y decirle que no a la otra.
Una boda a realizarse en el lago de Coatepeque fue cancelada un día antes, el lugar que distribuye las flores estaba tratando de ayudar a la florista ¨300 Mirtos con valor de $1 cada uno probablemente terminen en la basura¨ comentó una clienta que estuvo presente en el momento. No se sabe si los lograron vender ése producto perecedero.
Un lugar ubicado en la Colonia San Benito tenía dos bodas de 75 personas, y se les ocurrió la solución bíblica del Rey Salomón. propusieron que el tiempo lo iban a dividir en dos, una boda tenia chance para hacer el evento de 6 a 9 y la otra de 9 a 12. A lo que ambas novias declinaron aceptar, una solución ingenua tomando en cuenta las características de la novia milenial. Según personal que vio toda la situación, en el lugar estaban en shock y no sabían que hacer con la noticia dictada a medio día de ése sábado. Entonces les propusieron despachar a parte de sus invitados, , a lo que ambas novias se opusieron, entre el estira y encoge el ambiente de celebración y alarma causo incomodidad en invitados, retirándose temprano.
Otra Boda en Antiguo Cuscatlán, con montaje para 350 invitados, llegan sólo 130 , mientras el montaje se conservó para 350, la gente no sintió un ambiente propicio para celebrar y voluntariamente decidió no acudir. La velocidad con la que se cambiaban las reglas del juego transmitió una verdadera incertidumbre, miedo con las personas mayores, y los eventos de ésa noche fueron los más afectados.
Eventos religiosos como 39 confirmados que realizarían el sacramento de la confirmación, pospuesto, bodas de alto presupuesto para el 21 de marzo, todo hasta nuevo aviso. Poco a poco los eventos a finales de marzo fueron cancelando, una novia que al inicio de esta crisis se mantenía aún con la esperanza de hacer su boda, la pospuso y dijo : ¨Me faltarían todos los invitados adultos mayores, pero también si alguien enferma no quiero que culpen a mi boda como la responsable ¨, Los novios tiene la esperanza que para el mes de julio pueda hacer su evento.
La incertidumbre generada por la cuarentena está nublando las esperanzas de reactivar los eventos, pasará un buen tiempo antes de volver a reunir gente cuando precisamente éso es lo prohibido. La industria de los eventos en el país es muy pujante,se emplean cientos de meseros, que son jóvenes en su primer trabajo, chefs, gerentes de banquetes, personal de limpieza, personal de atención al cliente, ejecutivas y ejecutivos , montaje , audio, fotógrafía, conferencistas, músicos, bailarinas, mini postres, imprentas, logística, wedding planners, floristerías, mobiliario como renta de sillas, pistas de baile, pastelerías, tarimas, en fin, es una industria gigante que está paralizada. Esta emergencia afectará a muchos que viven del show, y no hay indicios que el show pueda continuar.
Aunque hay una esperanza, celebrar es algo que llevamos bien arraigado culturalmente, celebrar socialmente los triunfos es algo muy propio del Salvadoreño de todos los niveles sociales. Hoy que la industria empezaba a dar señales de fortaleza, se da esta pausa forzada, con un inicio, el Sábado 14 de marzo, pero sin un fin establecido. Primero Dios sea más pronto que tarde.
Mientras tanto muchas empresas podrían empezar a caer como piezas de domino no tanto por el virus sino porque las medidas para contenerlo han quitado la confianza de salir, consumir, hacer eventos, es que el coronavirus nos quitó la ilusión de celebrar .
Escrito por Pedro Aparicio, Grupo Ciber
( Las identidades han sido cambiadas y lugares de eventos no han sido mencionados por privacidad)