Recientemente estuvimos en una boda en donde el caballo no soportó el peso de tres personas, subiendose estrepitosamente en un arriate de la acera . Desde que comenzó a bajar la cuesta era evidente que el equino venía luchando por contener el peso, pero a media cuesta ya no pudo detenerse. A medida aumentaba la velocidad el dueño del caballo sin saber qué hacer trataba de esquivarse a la gente, que aún viendo el problema, obstaculizaba el camino. Sin embargo fue hasta en la ultima vuelta que el carruaje se subió en la acera deteniendose definitivamente. «Por poco da vuelta el carruaje» afirmó Pedro Aparicio, de Grupo Ciber. No terminando ahi el susto, una vela decorativa quedó justo debajo de la llanta del carruaje, incendiandose inmediatamente, justo a tiempo el dueño del caballo apagó el fuego.
Los accidentes pueden ocurrir, y es necesario prevenir para que nuestros eventos salgan bien. No es la primera vez, en otra boda, el caballo tuvo que dar tres vueltas en vez de una y lo detuvieron casi a la fuerza, pues no lo podian controlar. Los animales son impredecibles y no es sólo un dicho de los programas de «Animal Planet», es una realidad.