Es sábado, y una pupusería cercana a la iglesia del Colegio Santa Cecilia, a pocos metros de la Escuela de comunicación «Monica Herrera», en pleno paseo el Carmen, se alista para un evento especial: una boda.
Muchos curiosos, conductores o transeuntes, ven con admiración al pasar frente al local como los manteles transforman las bancas de pupuseria en elegantes mesas vestidas de blanco. En un hotel, lo primero que se sirve es el pan con mantequilla, pero la niña «Martita», organizadora del evento( en los hoteles les llaman wedding planners) sabe que lo primero que tiene que poner en la mesa es el curtido y la salsa.
«Las pupusas que preparamos son finas, y ya van varias bodas que realizamos aqui», afirma doña Juanita, quien tiene entre sus planes participar en una exposición de bodas que se realiza en la feria cada año. «me han dicho que es bueno esto de las bodas» afirma. En vez de flores, hay globos, y tal vez no hay música pero un pequeño estéreo sonará la canción de los novios. En un hotel, el brindis se realiza con Champagne ( vino espumante para algunos) ó Sidra, si desea que no lleve alcohol, pero la niña Tere, ayudante de la pupusería, alista las copas para el brindis con un singular producto: Kolashampan.
De pronto dos jovenes pasan frente al local, y una le dice a la otra entre risas, «Vaya mirá, ya mejor algo así hubieras hecho con tal de celebrar, no que cuando te casaste, en la iglesia te despediste y nos mandaste a cada quien a su casa, con una gran hambre» y rieron ambas, era un comentario reclamo, de la primera. Luego le contestó: «hay si, y para qué iba a hacer fiesta, sólo para que lleguen a criticar, y a darles de comer a todos de choto», dijo, en lo que se perdieron ambas, después de una gran carcajada.
Según don Gumer, un cliente frecuente de dicha pupusería, la gente se ha animado a hacer bodas aqui por el boom del paseo el Carmen. «Vos vas a Antigua Guatemala, y en plena calle hacen las bodas, principalmente sectores rurales,pero está bien que la gente tenga sus espacios para celebrar, así como aqui, cualquiera diría que jamás celebraría en un establecimiento así, pero hay que destacar el deseo tan grande que tiene éste sector urbano de celebrar, muy a pesar de sus limitaciones».