«Fijese don Pedro que vamos a suspender la boda», me dijo la hermana de la novia, y yo dije «son cuentos chinos». Es tan raro que se cancele una boda con tan sólo dos semanas de anticipación, que como proveedor pensamos que algún proveedor sin ética nos arrebató el cliente, y por eso el cambio, o el famoso «me va a regalar un pariente el servicio contratado», la mayoria de veces son pajas. Pero para seguir un poco la corriente pregunté ¿ Y por qué? «Es que fijese que está hospitalizada, ha tenido un problema de la tiroides, y no reconoce a nadie, ni a su propia hija». Stop, aqui hay algo: una cosa es tener problemas con la tiroides, y otra , muy distinta es no reconocer a nadie. Aquí hay algo, me dije, y no me equivoqué.
Ana Gloria soñó con este día. Ella ya se había casado por lo civil con José, quien depués de vivir con ella un breve tiempo, partió a Estados Unidos, donde labora. Vinieron buenas noticias, Ana esperaba un bebé, y José prometió regresar a El Salvador para casarse. Contrario a todas las estadísticas de abandono del país, José regresó un año y medio después a casarse. Planearon una boda de ensueño, en un hotel de prestigio, con todos los invitados, el mejor staff de proveedores, sin embargo el estrés por planear tantos detalles, iba minando la paz interior de Ana, quien a dos semanas de la boda, ya no pudo más, perdió contacto con la realidad, y se sumergió en un mundo de visiones, voces, y locura caracteristica de la enfermedad que se le desarrolló: esquizofrenia.
Por suerte, la novia pudo casarse con éxito, nadie hubiera pensado que pasó por tan dificil prueba. La hermana de la novia comentó: «Ya había estado hospitalizada por esa misma razón años atrás, pero el estrés de la boda colaboró a que le surgiera nuevamente»- La boda se desarrolló con total tranquilidad, sólo que por razones obvias la familia pidió que una canción no sonara en toda la noche. «Loca de Shakira no la vaya a poner»
Novio finge infarto para no casarse
El estrés tiene varias caras, y una de ellas es la de la mentira. Un novio acorralado sin voluntad de casarse tomó una decisión extrema el mismo día de su boda: fingió un infarto. Hospitalizado suspendió todo, sin embargo, la razón real era que no quería casarse. «La novia estaba muy decepcionada, todo estaba listo, la comida, el hotel, la música, pero como dice el dicho, del plato a la boca, se cae la sopa» opinó una madrina, quien fue la encargada de comunicar la cancelación del evento.
Si te vas a casar, asegúrate que las condiciones están dadas para que sea un día alegre, donde reine la cordialidad y los buenos deseos. Pero si vas a realizar tu boda, en medio de conflictos familiares, rechazo a tu pareja, conspiraciones de las suegras, por mencionar algunos casos de pleitos como perros y gatos que generan estrés, mejor no invites a quienes se oponen, o despídete en la iglesia. Lo importante es que ambos, el novio y novia ,quieran construir juntos un matrimonio, la gente que no comparte, merece que se le cante la canción de Maná «me vale, vale, vale me vale todo».